La “milla extra” para recuperar la industria camaronera sostenible en Belice

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16 enero 2020
En noviembre 2019, el Dr. Ignacio de Blas, epidemiologista especializado en salud acuática animal de la universidad de Zaragoza realizo dos talleres sobre Epidemiologia y Bioseguridad en Belice con la participación del personal técnico de las 14 granjas camaroneras del país. El objetivo fue dar los primeros pasos para recuperar la industria camaronera sostenible en este país. Esta es una historia de cómo luchar ante la adversidad para asegurar la conservación.

En abril del 2015 el 95% de la producción camaronera de Belice fue certificada bajo la norma internacional Aquaculture Stewardship Council (ASC), con el apoyo de WWF. En julio, se reportaron mortalidades atípicas de camarón en Belice y para el final de ese año se confirmó que la industria camaronera estaba siendo afectada por un brote de Vibrio parahaemolyticus conocido como EMS o síndrome de mortalidad temprana.

A partir de ese momento, se han realizado esfuerzos por retomar la sostenibilidad de la industria. WWF Mesoamérica ha identificado una oportunidad para lograrlo.

La enfermedad que se originó en el 2015 destruyó la industria camaronera en Belice. Desde el 2016 a la fecha, WWF ha estado trabajando en mejorar los sistemas de producción a fin de lograr levantar la producción para llegar al nivel que tenía en 2014 sin impactar el medioambiente.

Finalmente, se vislumbra una solución. Actualmente el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) a través del programa Compete Caribbean, con el apoyo técnico de WWF están financiando un proyecto para establecer una zona bio-segura para la producción de camarón en Belice.

Para desarrollar el plan de zona bio-segura, el BID/Compete Caribean ha contratado los servicios de una firma que incluye a la Universidad de Zaragoza, España.

Se espera que a mediados de 2020 se tenga publicado el plan de manejo de la zona bio-segura, incluyendo una plataforma para análisis de riesgos en tiempo real, que le permita a los camaroneros tomar mejores decisiones en cuanto al manejo de riesgos sobre enfermedades acuícolas.

Una vez se implemente el plan de bioseguridad, se espera que la industria retome las acciones pertinentes para recertificar las operaciones con la norma ASC y continuar demostrando el compromiso por una acuicultura responsable con la sociedad y el ambiente.