GLAND, Suiza (15 de marzo de 2019) - Los líderes mundiales han fracasado estrepitosamente en su deber de tomar medidas contra la creciente crisis de la contaminación plástica en el mar, declaró hoy WWF, en el cierre de la Cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-4), la cual terminó sin decisiones políticas significativas para enfrentar este problema.
Una resolución aprobada por los líderes mundiales en la reunión de UNEA-4 en Nairobi, el órgano de decisión ambiental más importante del mundo, no logró dar inicio al proceso de establecimiento de un acuerdo global y legalmente vinculante sobre la contaminación marina por plásticos, una solución que es promovida por WWF. Este resultado se produjo a pesar de que un gran número de países reconocieron la necesidad de avanzar hacia un acuerdo globalmente vinculante.
“Más de ocho millones de toneladas de plástico se descargan en los océanos cada año, lo que podría sumar 300 millones de toneladas para 2030. Hoy, los gobiernos no han tomado medidas. La UNEA-4 fue una oportunidad para que los líderes mundiales asumieran compromisos serios y tangibles y se comprometieron a combatir esta crisis mundial. Esto es muy decepcionante y pone en duda la capacidad de los líderes políticos para escuchar la enorme demanda de acción de sus ciudadanos ", dijo Marco Lambertini, Director General de WWF International.
“Necesitamos urgentemente soluciones integrales que reflejen la naturaleza sistémica y de nivel local al global que reviste este problema. Un acuerdo global es fundamental para crear un enfoque de igualdad de condiciones que permita a los gobiernos y las empresas contribuir a una visión común y a un conjunto de objetivos, y ser responsables de detener la contaminación por plástico en nuestros océanos”, agregó.
“Esta crisis no puede esperar otros dos años para la próxima ronda de conversaciones de UNEA. Estamos instando a todos los países que apoyan esta iniciativa a utilizar este resultado decepcionante para acelerar su trabajo hacia un acuerdo global vinculante sobre la contaminación plástica marina", puntualizó Lambertini.
Un informe de WWF lanzado la semana pasada advirtió que sin un cambio drástico en la forma de abordar la contaminación plástica la situación continuará empeorando, con 104 millones de toneladas métricas de plástico en riesgo de afectar los ecosistemas del planeta para 2030. El reporte, denominado “Solución a la Contaminación por Plásticos: Asumiendo Responsabilidades”, concluyó que actualmente la responsabilidad para reducir la contaminación por plásticos recae principalmente en los consumidores y la industria de la gestión de residuos. El informe aboga por un acuerdo global que haga que los gobiernos y las empresas sean más responsables del verdadero costo de los plásticos para la naturaleza y las personas.
WWF está pidiendo un acuerdo global que establezca objetivos nacionales y mecanismos transparentes de información que se extiendan a las empresas. Además, cualquier tratado debe proporcionar apoyo financiero y técnico a los países de bajos ingresos para ampliar su capacidad de gestión de residuos.
Más de 300,000 personas se han unido a la petición global de WWF que solicita un acuerdo legalmente vinculante sobre la contaminación de los plásticos marinos.
Una resolución aprobada por los líderes mundiales en la reunión de UNEA-4 en Nairobi, el órgano de decisión ambiental más importante del mundo, no logró dar inicio al proceso de establecimiento de un acuerdo global y legalmente vinculante sobre la contaminación marina por plásticos, una solución que es promovida por WWF. Este resultado se produjo a pesar de que un gran número de países reconocieron la necesidad de avanzar hacia un acuerdo globalmente vinculante.
“Más de ocho millones de toneladas de plástico se descargan en los océanos cada año, lo que podría sumar 300 millones de toneladas para 2030. Hoy, los gobiernos no han tomado medidas. La UNEA-4 fue una oportunidad para que los líderes mundiales asumieran compromisos serios y tangibles y se comprometieron a combatir esta crisis mundial. Esto es muy decepcionante y pone en duda la capacidad de los líderes políticos para escuchar la enorme demanda de acción de sus ciudadanos ", dijo Marco Lambertini, Director General de WWF International.
“Necesitamos urgentemente soluciones integrales que reflejen la naturaleza sistémica y de nivel local al global que reviste este problema. Un acuerdo global es fundamental para crear un enfoque de igualdad de condiciones que permita a los gobiernos y las empresas contribuir a una visión común y a un conjunto de objetivos, y ser responsables de detener la contaminación por plástico en nuestros océanos”, agregó.
“Esta crisis no puede esperar otros dos años para la próxima ronda de conversaciones de UNEA. Estamos instando a todos los países que apoyan esta iniciativa a utilizar este resultado decepcionante para acelerar su trabajo hacia un acuerdo global vinculante sobre la contaminación plástica marina", puntualizó Lambertini.
Un informe de WWF lanzado la semana pasada advirtió que sin un cambio drástico en la forma de abordar la contaminación plástica la situación continuará empeorando, con 104 millones de toneladas métricas de plástico en riesgo de afectar los ecosistemas del planeta para 2030. El reporte, denominado “Solución a la Contaminación por Plásticos: Asumiendo Responsabilidades”, concluyó que actualmente la responsabilidad para reducir la contaminación por plásticos recae principalmente en los consumidores y la industria de la gestión de residuos. El informe aboga por un acuerdo global que haga que los gobiernos y las empresas sean más responsables del verdadero costo de los plásticos para la naturaleza y las personas.
WWF está pidiendo un acuerdo global que establezca objetivos nacionales y mecanismos transparentes de información que se extiendan a las empresas. Además, cualquier tratado debe proporcionar apoyo financiero y técnico a los países de bajos ingresos para ampliar su capacidad de gestión de residuos.
Más de 300,000 personas se han unido a la petición global de WWF que solicita un acuerdo legalmente vinculante sobre la contaminación de los plásticos marinos.